jueves, 9 de abril de 2015

Marco Rubio va a por la Casa Blanca



Y por fin el Senador Marco Rubio entra en la escena de los candidatos a la presidencia de los Estados Unidos de Norteamérica.

Un hijo de emigrantes cubanos, de origen humilde, podría convertirse en el presidente número cuarenta y cinco del gran país. El joven político ha tenido una carrera meteórica dentro del Partido Republicano y muchos lo recordamos cuando en el 2004 se enfrentó prácticamente solo a toda la cámara de Tallahassee contra los intereses de los seguros que pretendían eludir sus obligaciones después del devastador paso del huracán Alex. Lo recordamos en la cruzada contra la compañía FPL que pretendía dejar caer sobre los contribuyentes una buena parte de sus gastos devenidos por una gran ineficiencia y política de ahorro, en detrimento de la calidad de sus servicios. Marco Rubio tocó la fibra de los contribuyentes floridanos algo que por entonces su mentor, el Gobernador Jeb Bush, no parecía comprender. Iba en ascenso a una velocidad inesperada, con pocos recursos, pero demostrando un gran talento y visión.
 
Una de las cosas más deseadas por un político es la de no tener que contradecirse así mismo y eso es algo que Marco Rubio no ha tenido que hacer hasta el momento. Eso genera mucha confianza en los votantes. El otro elemento a favor de este joven político es su excelente oratoria, tanto en Inglés como en Español, lo cual es altamente envidiable para cualquiera que pretenda sentarse por un tiempo en la Casa Blanca.

El temple de este joven político es también envidiable. Mientras que su antecesor Barack Obama se ha visto obligado a mantener un doble discurso en temas como la energía atómica en Irán, la emigración, el problema cubano (que debe tocarle muy de cerca), el problema venezolano, el terrorismo, la energía y los derechos humanos en China, por ejemplo, a este Senador Rubio no le ha temblado la boca. Ha mantenido una constancia casi invariable en todos estos temas, con un lenguaje directo y preciso.

Su parte débil podría ser la falta de experiencia, puesto que sería uno de los presidentes más jóvenes que haya pisado el mármol de la Casa Blanca, por detrás de John F. Kennedy que tuvo el honor a los 43 años, la edad que tiene Marco Rubio en estos momentos. Los votantes más tradicionalistas verán en él esa fisura y puede que se la hagan pagar. Sin embargo, cuando escuchas este joven en sus elocuencias concisas y lógicas, sientes veteranía. Todo dependerá de si le den la oportunidad del decir.

Hasta ahora hemos visto en él, una imagen de afabilidad y seriedad, una combinación bastante difícil de encontrar en un político. Los que han estado cerca de este joven han expresado que marcha sobre un terreno seguro y que casi se llega a la certeza de que es así.

Lugar histórico para los cubanos
Desde donde el Senador hizo su anuncio
No creo que Marco Rubio traiga debajo del brazo todas las soluciones a los problemas de los Estados Unidos, pero sospecho que su agenda puede solucionar una buena parte de ellos. El tema de la inmigración, puede ensombrecer su campaña porque los emigrantes  aspiran a que sus familiares del otro lado tengan también la posibilidad de realizar su sueño americano. Sin embargo, Marco Rubio habla de seguridad, de reforzar la frontera por razones de Seguridad Nacional, exactamente para proteger a los Estados Unidos del creciente terrorismo internacional. Todo dependerá de la inteligencia del inmigrante-votante para entender que el tema "seguridad" no es exactamente una política antimigratoria, como pretenderán presentarla sus adversarios. 

Pero Marco Rubio no lo tiene fácil. El sector de la izquierda más recalcitrante norteamericana, como el de la mano oculta de Nancy Pelosi, y ante la evidencia de que se acerca el turno Republicano, preferirán darle cordel a un Jeb Bush o a un Teb Cruz, que le parecerán enemigos reconocibles y predecibles, que a un Marco Rubio, lleno de ímpetus, pero con muy pocas posibilidades de ser moldeado. Los mismos Republicanos harán presión a favor de Jeb Bush que es de la vieja escuela y al que por pura tradición guardarán fidelidad. Desde el extranjero veremos a un Vladimir Putin ponerse las manos en la cabeza, después de haberse embaucado en una nueva cruzada rusa para redimir las glorias del pasado. Ni que hablar de los gobiernos de la Habana y Caracas, que hasta hora han echado pestes de Obama, pero que estarán cruzando los dedos para que este joven no tenga su oportunidad; el viejo dicho de: Éramos muchos y parió Catana. También veremos preocupación por parte del gobierno de España, que para entonces, según las encuestas de hoy, tendrán a un Pablo Iglesias desmochando lo que queda de la economía española.

Son muchos los enemigos que ya mascan palabras lascivas contra este senador en caso de tener éxito. Desde el fondo de su corazón, aunque pregonen odiarlos, preferirán a un Antonio Villalobos, Alcalde de los Ángeles 2005-2013 o a una Hillary Clinton, Secretaria de Estado 2009-2013, Senadora por Nueva York 2001-2009 y Primera Dama 1993-2001. Cualquiera valdría para ellos como presidente de los Estados Unidos, nunca un Republicano, pero si es Marco Rubio, peor. 

Marco Rubio dijo: "La Casa Blanca no está reservada únicamente para familias ricas". Obviamente, el mensaje estaba dirigido directamente para los Clinton y los Bush. Esta afirmación, será muy mal vista en ambos lados de la contienda, Demócratas y Republicanos, por lo que ya es evidente que Marco Rubio va contra todos y sabe que no tendrá aliados.

Si Rubio demuestra que tiene un plan real, no uno de palabras generales y adornadas, sino uno que demuestre su sabiduría ante la ciudadanía, la cual siempre ha sido subestimada, podríamos decir que tiene grandes posibilidades y que hará la diferencia, como el mismo acaba de prometer.  

Desde este lugar, alejado del la vorágine estadunidense, yo pongo mi esperanza en que Marco Rubio sea el presidente número 45 de los Estados Unidos y que lo haga bien. 

Para ver fragmentos del discurso haga un clic aquí.