Hay noticias
que aunque traten de ocultarlas se abren paso por si mismas. Ya son 11 las
ciudades alemanas que están reconociendo las múltiples denuncias de ataques
sexuales por parte de musulmanes. También estuvieron ocultando que un porciento
importante de los atacantes eran refugiados (hoy ya son 24 refugiados
detenidos). La cantidad total de atacantes se ha convertido en Secreto de
Estado y nos quedamos con la cifra recortada de los más de mil atacantes que se
reportaron en Colonia y las 129 denuncias hechas de ataques sexuales, las que incluyen violaciones. Los videos obtenidos a través de las cámaras de
seguridad de la Estación de trenes de Colonia se resisten a aparecer (es
como si no existieran). Acabo de oír en la radio a un alemán indignado porque
su alcalde dijo que había que darle atención sicológica a los hombres
refugiados, por el trauma que representa para ellos ver mujeres que no se cubren
lo suficiente. Ese hombre dijo: “Hay que entender también que ellos llegan y lo
que ven es el equivalente a lo que para nosotros es ver mujeres desnudas
paseándose por delante; no son de hierro y por eso hay que ayudarlos”. Y el
absurdo sigue hasta que la alcaldesa de una ciudad como Colonia recomendó, en
una conferencia de prensa, que las chicas tomen la distancia de un brazo para
no provocar sexualmente a los musulmanes. Pero esto va a más, el periódico
Spiegel está evitando hablar de la noticia con el argumento de que “eso ya
pasó”, (por cierto ellos demoraron cinco días en decirlo). Una periodista de
ese medio dijo, otra vez, que no se debe demonizar a los refugiados y terminó
hablando solo de eso. Paralelamente, el mismo periódico tomó la medida de
eliminar la sección de comentarios en todas las noticias que trataran ese asunto (no
queremos escuchar tu opinión).
Lo que yo opino
Acorde a como
se está manejando este tema por una gran cantidad de políticos, todo parece
indicar que la única responsable de una violación es la misma chica que fue violada.
Eso me recuerda, aunque no sea exactamente lo mismo, lo que ocurre en la
mayoría de los países musulmanes donde la chica violada termina en la cárcel o
lapidada. Es decir, si existe una agenda política islámica respecto a Occidente
y este es uno de sus objetivos, van lográndolo.
En el Islam,
aunque traten de adornarlo con la frasecilla “cuidar más a la mujer”, el
menosprecio por ellas es evidente y tienen muy bien determinados cuales son sus
roles en la sociedad. La fuerza masculina puede ser empleada contra ellas y
ellas deben someterse. Para entender bien este concepto sin volver a caer en
suras y hadiches, veamos la versión gráfica que es mucho más explicita. En el 2014
la hermandad musulmana violó sistemáticamente en Egipto a más de mil mujeres
que se oponían a la implantación estricta de la Ley Sharia, solo dos hombres
fueron condenados con penas leves por estos actos. Lo cierto es
que estas violaciones no constituyen grandes delitos en estos países.
El viejo
proverbio de: “allí donde fuereis haced lo que viereis” pertenece a nuestra
cultura, no a la de ellos, así que no hay porque esperar que ocurra ese milagro
que se denomina “integración”.
Los que
tratamos estos temas sin hipocresías, sin el atajo de las correcciones de las
palabras, somos atacados y calificados como racistas, lo cual constituye un
error de concepto, porque los musulmanes no tienen una raza en concreto. En
Alemania el peor insulto qué existe es el de racista, porque remueve la
vergüenza de un pasado nazi. Pienso que no está de más recordar que la
ideología nazi era un grupo de anotaciones pseudocientíficas relacionadas con
las razas. Se decía que la raza aria era superior a todas las razas y que esta
estaba destinada a gobernar el mundo. Tal disparate lo conocemos muy bien hoy,
pero en aquella época fue el perfecto aliado del Partido Nacional Socialista
Obrero Alemán (abreviado en alemán: nazi) y supongo que ya no sea necesario
aclarar lo que representó este movimiento político para el mundo. De manera que el
insulto correcto sería “islamófobo”, pero siempre resulta más agresivo
“racista”, y en su defecto “nazi”. Algo muy parecido ocurre en España con la
palabra facha (de fascista), al punto que la gente ha olvidado lo que es
realmente ser un facha y los verdaderos fascistas terminan usando la palabra para
agredir a los que no lo son.
¿Qué sucede
con el complejo alemán, ese miedo a que se les llame nazi? Pues estamos viendo el
resultado, una tolerancia artificiosa. Los alemanes saben que algo no está
yendo bien es su país, pero les da pudor expresarlo. Sin embargo, cuando les
dan la opción del anonimato, como esa sección anulada de comentarios en el
Spiegel, se desatan todo tipo de declaraciones, desde las más ecuánimes y bien
fundamentadas hasta las más efusivas y desequilibradas. Es como si estuvieran
presos dentro de una identificación. En algún momento perderán el complejo y
cuando alguien les grite racista desde la otra acera, ellos responderán, nazi
no, anti-Islam. Y tiene que ser así porque en el asunto les van sus
tradiciones, sus conquistas sociales, la dignidad de sus mujeres y les va mucho
más, les va Alemania.
Más haya del
intento de lavar una imagen de malas decisiones por parte del gobierno y
teniendo en cuenta que hay varias menores de edad violadas, se me hace difícil
imaginar como van a resolver la parte legal de este asunto. Ahora mismo, hay
divisiones dentro del partido Cristiano Demócrata donde milita Ángela Merckel,
pero nadie se está planteando su dimisión. Supongo que esto viene siendo algo
así como una muerte política sin occiso, puesto que muy pocos la apoyan, pero
solo dos o tres son los que la atacan. –Nadie quiere ponerle el cascabel al
gato -.
Por lo pronto,
se aprecia una intención clara de matar a la noticia, pero a todas luces esta
noticia se reforzará con otras que irán llegando después. Mi esposa me recordó
que “estamos en invierno y que las chicas andan muy bien abrigadas. ¿Qué va a suceder en el verano cuando las jovencitas salgan a lucir sus piernas
torneadas? ¿La alcaldesa de Colonia les dará una lección de cómo han de vestirse
para no provocar a los chicos musulmanes? ¿Y si esto es así, que vendría
después?
Los Carnavales
de Alemania están a la puerta de la esquina; son en Febrero. En Colonia, donde
tradicionalmente los carnavales siempre
alcanzan el clímax máximo del erotismo, ya tienen listos sus calendarios,
Women's Carnival Day
(Weiberfastnacht): 4th February, Rose
Monday (Rosenmontag): 8th February, Ash Wednesday (Aschermittwoch): 10th February. La pregunta
adelantada es si podrán celebrarlo de la misma manera que lo han hecho siempre.
¿Tendrán que disfrazarse todas de mujeres musulmanas?
Si me animé a
escribir sobre este tema, es porque estoy seguro de que el asunto no se queda
aquí. Esto continuará de la misma manera en que seguirán habiendo atentados en
París. Los políticos tarde o temprano tendrán que hacer lo que debieron hacer mucho
antes. Lástima que se demoren tanto, pero aun así lo harán. Y si estos no lo
hacen, lo harán otros. ¿Qué es lo que tienen que hacer?, preguntas tú. Yo pienso que crear leyes muy duras contra
aquellos que no acepten las libertades de la sociedad que les acoge. ¿Qué les
parece la pérdida de ciudadanía en los casos que lo requieran y la deportación
inmediata?
A una buena
amiga solo le podría recordar aquello de: “Uuuh, que viene el lobo”.