lunes, 2 de octubre de 2017

Catástrofe entre dos Ramblas

¿Qué va pasar con Cataluña al día de hoy? Esa es la pregunta que la mayoría de las personas preocupadas por la situación de esa comunidad se están haciendo ahora mismo. De esto se ha escrito mucho y se ha hablado todavía más, pero muy pocos se han atrevido a decir lo que ni en pesadillas se desea aceptar.

Economía

Cataluña posee un PIB suficientemente importante (211.915M.€), como para ser un país con una economía a la altura de la Unión Europea . Ese PIB es ligeramente más elevado que el de Madrid (210.813M.€). La Comunidad de Madrid cabría territorialmente poco más de cuatro veces dentro de la de Cataluña. A esto podemos sumarle una parte negativa y desagradable que es la deuda. Cataluña tiene una deuda de 75.098 M.€ mientras que la de Madrid es de 30.451 M.€, menos de la mitad de la primera. Con estos balances generales, - no estamos hablando aquí de exportaciones e importaciones o de balanzas comerciales, índices en los que Cataluña saldría peor parada, podemos hacer una predicción económica de bajo riesgo e imposible de rechazar. Cataluña después de una independencia, tendría serios problemas para afrontar a los acreedores internacionales y no tendría una economía lo suficientemente estable como para salir airosa de ese problema.

Política respecto al resto de España

Para los españoles la salida de Cataluña sería una traición imperdonable, incluso para los políticos que apoyaron el referéndum porque perderían esa jurisdicción o emplazamiento político; - nueva nación, fragmentación de partidos -. De manera que el malestar popular se va a canalizar muy rápidamente en prácticamente todas las alineaciones políticas que no querrán perder parte de sus votantes. Aquello que en Cuba se repetía mucho de: “el derecho a la autodeterminación de los pueblos”, terminará convirtiéndose en tabú en la mayoría de las comunidades españolas. Esto se traduciría en boicot a todo lo que es catalán, siendo el resto de España el mercado principal de los productos de esa región. Los productores Catalanes no tendrían ni tiempo ni espacio donde maniobrar. El otro problema será el de las ciudadanías. Ante una situación de tamaña magnitud, habría que escoger entre una u otra ciudadanía, donde ninguna de las partes estaría de acuerdo con la doble ciudadanía; unos por irreverencia y otros por despecho. Aquí veremos conflictos graves entre las familias divididas y la disposición  a una posición irreconciliable, que como poco duraría unas diez generaciones (tomando como referencia procesos históricos como los de Irlanda del Norte). Esto es lo mismo que decir, controles fronterizos, afectación y debilitamiento de las comunicaciones logísticas y de movilidad ciudadana, aranceles comerciales y una hostilidad comercial monitoreada desde los elementos políticos. Lo anterior se basa en la posición que tendrá al respecto la Comunidad Económica Europea que será el siguiente punto.



Política de la Comunidad Económica Europea

Con un Brexi cada vez más cerca, con un creciente malestar general ciudadano europeo, que provoca que una gran división en el tema de seguir o no a la Unión, sumando el problema de las molestísimas y desestabilizadoras amenazas y acciones terroristas y, para llenar la copa, la muy eminente puesta en marcha de un nuevo plan de seguridad fronteriza, - Europa se verá obligada a enviar un mensaje -. Ese mensaje está muy bien definido; “no divisiones”. Tendrá que cortar de súbito cualquier otra intención independentista que continúe debilitando a toda la Unión y para eso tendría que rechazar a una Cataluña que está enviando el mensaje equivocado. No ha pasado ni un mes desde que Donald Tusk, presidente de la Unión, expresó su deseo de extender el euro a las demás naciones europeas, básicamente a una gran parte de las que constituyeron la Europa del Este y que llevan años a la espera de esa oportunidad. Con una clara intención integracionista, el separatismo no tendría un espacio en las políticas europeas que están demandando menos participación política de las naciones y más poder para una Europa Unida. El mensaje, merita repetirlo, será el rechazo a la nueva y nacionalista  República Catalana.

Repercusión para el resto de España y Europa en general

Sin duda tendrá un efecto negativo. Este efecto negativo no solo será económico y político, también lo será desde un punto de vista emocional y en añadidura provocará un traumatismo en cuanto a la movilidad comercial. El gobierno Español se verá obligado a establecer nuevas rutas comerciales que eviten el territorio Catalán, puesto que es obvio que Cataluña podría aprovecharse del Corredor Sur para penalizar a España, además que la propia España debilitará con toda intención las relaciones comerciales entre ambas regiones. Pareciera muy superfluo hablar de la liga de futbol española, pero quienes conocemos personalmente la idiosincrasia de estos pueblos, no tememos dudas de que la división de la liga será un evento muy doloroso para las partes.

Repercusión para Cataluña

Para los catalanes será un reto quimérico que tendrían que asumir porque el proceso de separación será tan costoso que se les hará impensable la idea de una vuelta atrás. Habrá confiscación de bienes en ambas partes, nacionalizaciones de empresas españolas en Cataluña y catalanas en el resto de España. Las empresas de fabricación de armamentos de la OTAN que operan en Cataluña tendrán que retirarse rápidamente por una razón puramente estratégica. En lo referente a este punto, hay que decir también que Cataluña quedará fuera del tratado de defensa de la OTAN, de acuerdo con los artículos 5 y 6 que se refieren a la seguridad de los miembros. Cualquier intención de inclusión, el veto de España está  garantizado y hay que recordar que el veto de un solo miembro es suficiente para impedirlo. El costo se eleva con la obligatoria creación y adaptación de las nuevas estructuras institucionales y la creación de representaciones diplomáticas en el resto de las naciones. En referente a la seguridad anti-terrorista, no deberían haber dudas de que quedará a merced de las voluntades yihadistas que tienen intenciones muy claras en la región y que ya llevan un buen pedazo trillado. Si a esto le sumamos que los grupos políticos de izquierda  han sido los más activos en proceso de separación y que suelen alardear de una gran alianza con la comunidad musulmana, la situación de seguridad de Cataluña podría pintarse de un rojo granate.

Resumen

Me he auto-censurado una gran cantidad de texto para acortar el mensaje y liberarlo de tecnicismos que hacían de la lectura un trayecto más pedante. Los políticos catalanes ya cuentan con un documento que pueden presentar en las Naciones Unidas para pedir la aceptación, bajo la votación del resto de las naciones,  del nuevo estado Catalán. Por mucho que deseemos que ese documento sea ilegítimo, alguna legitimidad tendrá. Realmente no hay mucho que resumir, solo cabe mencionar la palabra “catástrofe”. Es un asunto que ocupó durante más de 25 años mis preocupaciones y no fueron pocas las veces en que afectó mi estado de ánimo, pero este ya es un tema concluido; hay que dejarlo marchar.