Este será el último artículo de Noviembre, pero es como cerrar el mes con alegría, el mejor preámbulo de una Navidad.
En aquellas batallas antiguas, donde lo que menos importaban eran las ideas, sino el poder y los anhelos de conquistas, habían elementos muy parecidos a las guerras que se libran hoy en día y que pretenden ir cargadas de una profunda filosofía. Los ejércitos se alineaban frente a frente, pero manteniendo una distancia donde un ataque repentino no los tomase desprevenidos. Se hacía todo el ruido posible, ayudados por instrumentos ideados para ello, sin olvidar que los vitoreos persistían confundiéndose con el viento; uno de los tantos metodos de intimación al enemigo. Pero algo sabían muy bien los soldados; al rey hay protegerlo.
En aquellas batallas antiguas, donde lo que menos importaban eran las ideas, sino el poder y los anhelos de conquistas, habían elementos muy parecidos a las guerras que se libran hoy en día y que pretenden ir cargadas de una profunda filosofía. Los ejércitos se alineaban frente a frente, pero manteniendo una distancia donde un ataque repentino no los tomase desprevenidos. Se hacía todo el ruido posible, ayudados por instrumentos ideados para ello, sin olvidar que los vitoreos persistían confundiéndose con el viento; uno de los tantos metodos de intimación al enemigo. Pero algo sabían muy bien los soldados; al rey hay protegerlo.
El enemigo intentaría cortarle la cabeza, para dejarlos sin guía y
destruirles la moral. Si el Rey caía, el ejercito se dispersaría y huiría a la
desbandada, para después sufrir una cacería donde los perdedores no serían mucho
más que liebres asustadas. Hoy las técnicas se mantienen, sobre todo en
aquellas sociedades donde la política es la escusa más pobre de los salvajes.
Los tiempos cambiaron en muchos sentidos, pero siguieron los
gritos y las intimidaciones. De un lado las hordas feroces, del otro el
razonamiento y las palabras. En la nueva batalla unos son golpeados con
brutalidad o asesinados con artimañas escabrosas, pero van venciendo. Del lado de
los perdedores, queda un gran vacío moral y mucha irracionalidad. Para los
perdedores, en ese último momento desesperado, donde el enemigo le hiere con fuerza usando las armas de la civilidad, es imperante descabezar a los líderes;
la última oportunidad antes de ser aplastados.
Estado de SATS, dio al mundo una imagen diferente de los
intelectuales cubanos. Se trata de un programa con recursos muy reducidos donde
son entrevistadas aquellas personas que no tienen un espacio dentro de los
medios de comunicación del Estado. Desde un inicio el programa abrió sus
puertas al diálogo, dándole la oportunidad a los defensores del régimen de
entablar discusiones sin las ataduras de los guiones oficiales, en un marco de
respeto, y libertad para expresar ideas diferentes. Como era de esperar, la «batalla
de ideas» a la que estaban dispuestos a acudir esos afamados especialistas del
gobierno, era demasiado endogámica para aceptar la diversidad de opiniones que
revolotean en las cabezas de los cubanos. Así que no aceptaron la idea de
rivalizar sus tonos enmarañados de consignas, con la lógica más simple y que se
decanta de la propia historia de la Revolución.
Por supuesto que esto no sería una limitación para Antonio Rodiles
y su equipo de Estado SATS, porque todavía quedaba la intención de decirle al
mundo que dentro de Cuba el pensamiento no era lineal y absoluto, sino que
divergía de maneras infinitas, aunque los cubanos no contasen con los medios
para su difusión. En un país donde todo es del gobierno, incluso las vidas de sus
ciudadanos, nada sería fácil. Cuba es ese lugar donde acaba de haber una
Reforma Migratoria, pero el Estado continua atribuyéndose el derecho a vetar en
última instancia quienes de sus ciudadanos pueden entrar y salir del territorio
nacional. ¿Cómo pensar que un grupo de intelectuales podrían entablar un debate
político desde dentro de la Isla, filmarlo, colgarlo en Internet y todo sin la
regulación del gobierno? Obviamente eso tendría que tener consecuencias.
La primera reacción fue la indiferencia, la segunda fue la amenaza
acompañada de cámaras de vigilancia en ambos extremos de la casa y la última
fue la acción. Ese tercer paso comenzó en la detención arbitraria de
Antonio Rodiles, el Coordinador General del programa, pero es más que seguro que
esto sea el inicio una escalada perfectamente calculada. Este intento
de escarmiento es la prueba de la debilidad de un sistema que se ha quedado sin
palabras y lo que es peor, sin caminos.
Rodiles está nuevamente en la calle. Diecinueve días antes llevaba
sobre su piel las pruebas de una gran golpiza y él no tiene dudas de que fue
planificada. Ahora renace limpio de una celda deprimente y con las huellas
oscas del vejamen que practicaron una docena de individuos, todos con una capacidad de
discernimiento ínfimo y alarmante para un homo
sapiens. El Director General de
Estado de SATS, está en la calle por muchas razones, pero destacan entre estas
las siguientes.
- Rodiles no hubiera aceptado ningún guión oficial que se le pusiera delante.
- Ya había mucha presión internacional y venía más en camino.
- Las huellas del salvajismo habían mermado notoriamente.
De esto podemos aprender que:
- Doblar las rodillas ante los salvajes, no ofrece ventaja.
- La presión internacional es decisiva cuando ocurren estos abusos.
- El régimen está viviendo sus últimos días.
- Doblar las rodillas ante los salvajes, no ofrece ventaja.
- La presión internacional es decisiva cuando ocurren estos abusos.
- El régimen está viviendo sus últimos días.
Ahora los cubanos del exterior debemos estar alertas ante las
maniobras que intentarán los líderes de la Revolución, para ofrecerle un camino
limpio a su descendencia. Observen que existe un intento de hacer prevalecer la
idea de que la descendencia jamás fue involucrada en política. Ellos asumen su
mea culpa con mucha voluntad, para mantener las miradas alejadas de sus seres
queridos, pero eso será otro artículo.