La revista Forbes situó hace seis años al
Dictador Cubano como el séptimo mandatario más rico del mundo con un capital de
900 millones de dólares. Solo le precedieron cinco mandatarios del mundo árabe
y el príncipe de Mónaco. Hugo Chávez muy pronto podría aparecer entre los
primeros diez de ese inventario, según a anunciado Ken Fisher, uno de sus
editores.
Aunque no soy un especialista es este tema, creo
poder hacer un análisis independiente sobre el mismo. La revista Forbes se
está planteando una nueva lista y para ello ha contratado un arsenal de
especialistas en el tema. Y es que se le han visto “marcar tarjeta” a
personajes importantes del mundo de la economía en la sede de la revista, en la
5th Avenida de New York.
En todo el mundo hay muchos discípulos y
admiradores de Fidel Castro Ruz, unos son más abiertos, otros más discretos. En
ese sentido, el caso del presidente venezolano es con mucha seguridad el más
liberal, llegando a decir que Fidel es su guía. Después le siguen otros
admiradores, no tan luminosos como Chávez, pero igual de fieles. Estamos
hablando de Daniel Ortega (Nicaragua), Emilio Correa (Ecuador) y Evo Morales
(Bolivia). Mucho más opacos, pero sin dejar de expresar sus simpatías por el
régimen de la Habana se encuentran el expresidente de Brasil, Lula da Silva y
la actual presidenta de Argentina, Cristina Kirchner.
Todos estos personajes de la política
latinoamericana caen con frecuencia en la comidilla de los medios de comunicación
por asuntos de corrupción. La fortuna de la familia Chávez, por ejemplo, se ha
multiplicado por 60 desde que este llegó al poder. Al día de hoy estamos
asistiendo a un nuevo escándalo en Bolivia. El apocado indigenista Evo Morales,
podría tener que responder ante la justicia por la compra de dos autos privados
no declarados en el patrimonio personal y que tienen un valor de cien mil
dólares cada uno. Algo que no corresponde en lo más mínimo con su salario. Son
simpáticas las imágenes del casi analfabeto de Daniel Ortega en sus mansiones
que no tienen nada que ver con su procedencia humilde. A Cristina Kirchner la
acusan constantemente de corrupción y de sacar mucho provecho de la política.
El aumento del capital de su familia ha sido muy veloz, tanto en su gobierno
como en el de su marido.
¿Por que gobiernos que han llegado al poder
por vías democráticas admiran a un dictador que lo ha hecho por la vía de las
armas? ¿Tiene algún sentido? Yo pienso que si lo tiene. No hay mejor forma
de garantizar la estabilidad de un capital de procedencia ilegal, que la
adhesión de este a un sistema político duradero, donde se legalice y quede
anulada toda posibilidad de competir contra él.
Castro no estaba en el séptimo lugar de la
revista Forbes por casualidad. Ninguna de las expropiaciones que realizó en
los inicios de la Revolución Cubana y el uso de la economía de un pequeño
Estado a su antojo y beneficio personal, no hubieran servido de nada sin la
oportunidad de contar con el tiempo necesario para afianzarlo. Solo las
dictaduras gozan de la ventaja del tiempo indefinido de mandato, mientras
que las democracias lo regulan en períodos, poniendo un punto final a ese
tiempo. De manera que si has hecho una fortuna inmensa con malas artes, no hay
nada seguro si no logras legitimarla y para eso hace falta eso; tiempo.
Jerry Brewer, el presidente de Criminal
Justice International Associates (CJIA), estima la fortuna personal de la
familia Castro en 2 000 millones de dólares. Asegura que la de Chávez podría
estar por encima de trillón de dólares. Y es que el mandatario venezolano ha
tenido “tiempo”, además de contar con los importantes ingresos de PDVSA.
Emilio Correa, con menos tiempo en el poder,
ya va afianzando el control del Petróleo de Ecuador, en una mediada populista e
intervencionista que tomó hace un par de años. Esto representa en la cartera
del mandatario un cambio sustancial que muy pronto podría verse
reflejado en las inversiones de su familia en el extranjero.
Daniel Ortega, algo “más humilde” ha recibido
muchas donaciones venezolanas desde que Chávez llegó al poder. Estos ingresos
no son directos, sino a través de prestaciones, que no serían pagados hasta
pasado un plazo de 25 años, cuando el rastro del dinero se pierda y Ortega no
se encuentre en el poder.
Más escandaloso es el caso de la familia
Kirchner. La fortuna de los Kirchner creció en el año 2008 un 158 %; una
velocidad muy difícil de comprender. En solo ese periodo pasó de dos millones
de pesos argentinos a 46 millones. Los crecimientos en los años subsiguientes
rondaron entre el 22 y 85 porciento, lo cual sigue siendo difícil de asimilar.
La relación que todo esto guarda con la familia
Castro es muy sencilla, el modelo castrista populista es muy romántico y capaz
de enamorar a la gente. Todos sueñan con un mundo mejor y la Revolución Cubana
se lo ofrece. Esta se ha autopublicitado muy bien en toda la América Latina. Si
con algo cuenta el modelo Castro es con ese tiempo del que hablábamos y el
líder cubano aparece en este escenario como un Dios de la perpetuidad.
Asi mismito
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