Viendo la controversia
entre Rajoy y Rubalcaba, sentí la necesidad de escribir sobre una sensación
desagradable.
Deberían estar
prohibidos los aplausos en el congreso de los diputados. ¿Por qué digo esto? La
intensidad de los aplausos son proporcionales a la cantidad de diputados de
cada partido. Eso, en primer lugar, es como un degüello a la opinión del
espectador, a la de los españoles. Para mi es absurdo que dentro de un mismo
partido haya tanta uniformidad, que todos, como un monolito, apoyen a su
representante. Vuelvo a lo mismo. Es como si el diputado se comportara tal cual
a un miembro de un club deportivo. Algo así como un aficionado del Barza que no
vea las faltas de algún futbolista de su equipo. Es una fidelidad ciega. Una
que deja un mal sabor de boca, sobre todo en temas de democracia. Hay cosas que
aplauden los diputados del PP, de las que yo no quiero escuchar aplausos y
otras de las que aplauden los del PSOE de las que tampoco querría escuchar esos
aplausos. Me recuerda a los oradores romanos, a un circo de palabras. Pero lo
mismo me pasa con IU y con el PNV. Me parece una falta de civilidad y una falta
de respeto hacia mi, el ciudadano. ¿Por que no hay más respeto? Lo útil y lo
correcto es hacer el debate, pero sin emitir la información mezclada con los
efectos especiales de los aplausos. Si, porque hay veces que un partido
insignificante dice algo que me agrada, y no puede, como es lógico, tener ese
apoyo especial. Para colmo, soy consciente de que la gente, nosotros, somos
casi siempre unos arribistas que no queremos estar con las minorías. Nos
seducen las mayorías, el grupo, la intensidad del momento. Nos sentimos
arropados en el conjunto y esos aplausos pueden arrastrarnos, incluso alejarnos
de nuestros propios criterios. Por eso, estoy considerando seriamente, que deberían
suprimirse los aplausos, también los comentarios mientras el orador habla. Me
dice un amigo ahora mismo, que eso es porque yo soy muy frio, pero yo digo que
la política hay que analizarla con frialdad y dejar a un lado las emociones.
Quien se deja arrastrar por las emociones debe ser consciente que en la misma
medida en que lo hace, también le da la espalda a la racionalidad.
Si no tienes suficientes diputados en tu partido, si no se escucha igual, pues jódete.
ResponderEliminarPero nene, tu lo que quieres es quitarle el sabor al debate. Si yo estoy loca por que se forme la de los sanfermines alla dentro. Vamos a ver niño, que una se muere porque empiecen a volar las butacas y tu pides que nadie hable. Que va, hoy si que no te apoyo, pero me quedo en anonimo, que yo te amo guapo, pero no seas tan equilibrao.
ResponderEliminarPues yo si te apoyo Robert. Por eso en España estamos como estamos, porque lo unico que queremos es fiesta, que se arme un circo en cualquier lado. Mejor que todo el mundo se este quieto hasta que le llegue el turno. Ja y que el quiera ver toros, que se vaya a los san fermines a disfrutar de una buena cornada. A LA CALLE LOS TOROS Y EL RESTO DE LOS ANIMALES.
ResponderEliminarno puedes arrebatarle la emocion al debate asi como asi. cada partidista cree en sus lideres, por eso aplauden lo que dicen. no todos son marionetas como intentas hacer ver.
ResponderEliminarSi claro y tambien es casualidad que cuando va el lider del partido ahi estan todos los de su partido. Asistencia total.
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