(sobre Venezuela)
Era domingo, lo recuerdo muy bien. Para ser más preciso voy a referirme a la noche del 29 de septiembre de 1991. El cómo estuve allí sería muy largo de contar. Siempre he creído que este pasaje merecería más de letras, pero termino utilizándolo como un ejemplo para enfatizar alguna historia que desee contar. Se trataba de la casa del embajador de España en Cuba, un lugar al que personas como yo les hubiera sido imposible visitar en circunstancias normales. Lo cierto es que estaba allí, nada más y nada menos como un invitado más.
Me sorprendo yo mismo por la cantidad de recuerdos que han sobrevivido en mi mente de aquellos ciento veinte minutos. Aquella mansión indescriptible, como un idelio soñado y hecho relidad por uno de esos artistas que llaman arquitectos. Mi madre que estaba conmigo, o yo con ella, debería contactar con don
Amárelo de Castro, el secretario del Presidente de la Xunta de Galicia, es
decir, con el secretario de don José Manuel Fraga Iribarne.
El embajador daba una recepción en su casa
para despedir a don Fraga, que había ido a Cuba en representación de los
empresarios gallegos para establecer vínculos con la nueva apertura económica
que el gobierno cubano estaba divulgando. Para mi madre era la oportunidad
ideal de contactar con don Amárelo de Castro, quien debería ayudarla a salir
de Cuba, por ser ella española y encontrarse retenida en la Isla en contra de
su voluntad. Pero no se preocupen, eso es otra historia.
Lo importante, insisto, es que yo estaba allí. Cuando
ya pensábamos marcharnos, después que mi madre contactó con la persona
indicada, ocurrió algo que nos paralizó a todos; El Comandante acababa de llegar.
Un operativo impresionante de guardaespaldas
irrumpió en la casa del embajador y todos dijeron: «¡llegó Fidel!». Fui
arrastrado desde los jardines hasta uno de los salones por una muchedumbre entusiasmada
por verlo. El líder había llegado y la corte se desesperaba por reverenciarse;
como es debido. No sé como terminé acorralado detrás de un piano de cola,
apretujado por dos señoras mayores, cada una con un par de tetas enormes que amenazaban mi cara. No recuerdo a que parte de aquel salón fue a parar
mi mamá, pero ella también lo vio. El Comandante pasó frente a mí, a la
distancia de un piano. Yo tan joven, tan insolente y rebelde, no pude evitar
pensar que había tenido al canalla tan cerca, tanto que me hubiera sido imposible
errar el tiro. Todos mis pensamientos fueron fulminados cuando una de las pechugonas dijo: «¡Pero, que hombre más lindo!».
No lo entendí entonces, y todavía hoy no lo
entiendo.
El 20 de Marzo de 2014, ayer, pasó algo que tampoco entendí y ahora me cuestino si en lo que me queda de vida tendré la capacidad que me conduzca definitivamente a ese umbral de las comprenciones imposibles. Claro, ahora vivo en la era de las
comunicaciones, la de las redes sociales. El mundo pasa frente uno, hasta que
casi puedes tocarlo en el frío deshumanizante de la pantalla de un ordenador. Por
supuesto, me refiero a Facebook. Ese lugar en el que te enteras de todo, o casi de todo, antes de que sea noticia.
Una de mis amigas virtuales, de esas que
nunca he visto en persona, que nunca me ha visto, exactamente del tipo que esta ahí y que
tiene algo interesante por lo que decides dejarla por un tiempo, y después más
tiempo, hasta que un día dejas de verla aunque esté ahí, plasmó algo que
suscitó mi atención. Era otro Comandante.
Se trataba de su silueta y una de las manos señalando el
cielo, quizás al futuro. Puede que ecuestre, pero si gigante, o como le llaman ellos, El
Comandante Eterno. ¡Exacto!, me refería a Hugo Chávez. Yo suelo pasar de esas cosas,
no solo porque el tema venezolano me duele, casi me martiriza, si no por algo
más. Yo detesto profundamente el culto a la personalidad.
Endiosar hombres es una costumbre ignorante,
pero ha estado presente en la historia de la humanidad y a definido muchísimas
veces su destino. Reyes endiosados arrastraron a pueblos enteros a las guerras
que los destruyeron. Sembraron el odio, dividieron naciones, pero fueron
seguidos y amados ciegamente por sus adeptos. Napoleón Bonaparte, hombre
pequeño con complejos de grandeza, arrastró a sus ejércitos que lo veneraban, hasta un abismo en el que Francia tuvo que humillarse. A Hitler también lo
amaban. Las mujeres suspiraban cuando lo veían y muchas se desmayaban.
Aquel bigote ridículo que le engurruñaba la boca, la mota de pelo cubriéndole la
frente, los discursos violentos, pero sobre todo compulsivos, ¿y ellas?, ellas muriéndose
por él.
Pero, si es interesante que otros amen a estas
«cosas vivas», más sugestivo se me presenta el que otros amen a estas «cosas
muertas».
Hugo Chávez ha muerto físicamente, eso es un
hecho. Que lo sigan amando entra en el terreno de las aflicciones emocionales.
Se pueden amar las ideas, los recuerdos o lo que estos representan, ¿pero amar el
cuerpo del muerto en sí? No lo sé. Tal vez cuando aún se conserva, cuando han pasado unos minutos después de la muerte. Puede que no me moleste
aquel beso con que el Romeo de los Montesco humedeció los labios de su Julieta,
la de los Capuletos. Y todavía sigue pareciéndome una imagen necrófila.
¿Qué les parece, si de pronto debajo de
aquella imagen que les comenté antes, la del Comandante Eterno, van apareciendo los siguientes mensajes?
«que bello, que hermoso, mi amado, me hiciste
falta, te extraño»
Y esta es la mejor:
«me causa dos sentimientos y…, porque ya no
estás».
Entonces te preguntas: ¿cuál es el otro?
Y yo, con esta imaginación perversa que me permite escribir abominaciones, las veo. Todas disputándose un ataúd, el muerto en el suelo, o dispersado. Se le nota enjuto y los huesos navegan desordenados e inubicables, y ellas subiéndose las faldas dispuestas a conquistar el orgasmo que nunca tuvieron.
Me horrorizo por esa imagen de necrofilia y no puedo pasarlo por alto. Es
inevitable que les escriba, y lo hago. Aunque sea difícil creerlo, no quiero
herirlos, solo prevenirles, pero es importante que les diga lo irracional que
me parece lo que estoy viendo. Me libero.
« Dios mío. Dan miedo. El
país dividido en dos, desangrándose, mientras ustedes tienen nostalgias de un
muerto»
Dije «nostalgias» para cuidar mis palabras. Inmediatamente comenzaron
los insultos, pero lo interesante es la forma en que lo hicieron. La cultura
del odio nació de la nada. No habían comprendido. En ese momento lo entendí. No
hablaba con hombres y mujeres, más bien con creyentes y creyentas. Acababa de profanar al Dios del sexo y mitológico de su
ideología.
Supongo que puedan imaginarla la lista de intentos de
ofensa. Yo propongo sintetizarla de la
manera menos vulgar que sea posible.
Pagado
Mercenario
Terrorista
Imbécil
Estúpido
Agente de la CIA
Homosexual (homofobia
patente)
….entre otros
Reconozco que no me lo dijeron exactamente así, pero si
realmente desean divertirse, podrán leerlo con exactitud textual y gráfica, al final de este artículo.
Quisiera concluir explicándoles el porqué de el título: «Un
viaje en el tiempo»
Decidí llamarlo así por una razón muy simple, hay un desfasaje
en el tiempo respecto al modelo que han escogido los que se autodenominan chavistas, un desliz respecto a la época que están viviendo.
Toda esta manera de actuar, agresiva, viendo imperialismo por
todas partes, agentes de la CIA, pagados del imperio, incluso la animadversión
hacia los homosexuales al considerar la «palabra» un insulto, la vulgaridad barriobajera,
gritar (escribir con mayúsculas), todo eso es un pasado en un país como Cuba,
el modelo que supuestamente siguen. Si bien seguimos teniendo una dictadura,
los cubanos han evolucionado desde aquellos 70. Incluso hemos visto a un Raúl
congraciándose con la comunidad cubana de Miami, protegiendo el aire tibio que
llega con las remesas, de los que otrora, ellos mismos llamaron traidores.
Ellos, los apologistas de la ideología post mórtem chávez, me
permitieron viajar a los 70, a los 80 y a los 90 de una Cuba, que para mí
era pasado.
(Todo fue posteado en un lugar público, en respuestas a escritos dirigidos a mi persona)
Sin más, este singular recuerdo de Facebook:
Haga Clic sobre la primera imagen para ampliación en álbum.
Maldito. Tienes el celebro labado. Gusano. No tubiste cojones para apretar el gatillo y ahora te escondes de tras de una coputadora. So vaina....
ResponderEliminarque ortografía chavista mas buena! mucha ponsoña. estoy segura que les daria mucho gusto matarte. yo no creo que ese pais tenga futuro. esa es una prueba que los recursos naturales de un pais no hacen la ventaja, la ventaja la hace la gente.
EliminarUffff. Buen chillido. ¿A quien se le ocurre discutir escribiendo con un escritor? Saludos Robert. ¿Por donde andas?
ResponderEliminarSigo en el planeta, pero tal vez parta pronto. Luego te escribo.
ResponderEliminarQUE CLASE DE INBECIL ES ESTE ROBERT. LACALLO DEL IMPERIO, LAME BOTAS DE OBAMA Y DE LO OLIGARCAS QUE AN ROBADO SIEMPRE A LOS VENEZOLANOS. MIRE ESTUPIDO VAYASE PUES A DAR A OPINION DELO QUE SEPA, USTED VIVIENDO LA DULCE VIDA EN LOS ESTADOS UNIDOS Y INSITANDO DESDE AYA EL TERRORISMO DE LOS ESTUDUANTES CON SUS GUARINBAS DE HIJOS DE SU MADRE. DESTRUYENDO AL PAIS, PORQUE LE LABAN EL CEREBLO CON BASURA CAPITALISTA. LOS INTELECTUALES SON UNA VAINA QUE NO ACE FALTA AQUI. LO QUE ACE FALTA ES GENTE QUE QUIERA CONTRUIR ESCUELAS Y QUE SIEMBRE COMIDA. NO GENTE QUE ABLE TANTA MIERDA. VIVA MI COMANDANTE CHAVEZ Y SU HIJO NICOLAS MADURO.
ResponderEliminarSiempre tan ignorantes (y escribiendo en mayúsculas). No hay futuro para Venezuela, mientras haya tantos ignorantes GRITÁNDOLE "ignorante" a los que saben. Que vergüenza!
ResponderEliminarEse ignorante como tu lo llamas por lo menos aprendio a leer (si así fue) gracias a Chavez y a la revolución que llevó en Venezuela , y gracias a los miles de maestros de Cuba que ayudaron a la alfabetización de ese país al cual esa "derecha que tu defiendes" lo único que ha hecho es robarle al pueblo ....y qué sabe ese robert , ese lo que es un escritor frustrado que por unos kilitos habla hasta por los codos...vaya que he leido aqui cada barbaridades que pa' qué!!!!!!
EliminarLo que le sucede al señor Robert es que no puede comprender el amor que sienten los verdaderos hijos de la patria de Bolívar por nuestro Comandante Eterno Hugo Chávez. Para el lo único que se puede amar es el dinero, porque estoy completamente segura que es un ser egoísta incapaz de desprenderce de algo que sea material. Me lo imagino viviendo en una gran mansión y a la señora de la limpieza planchándole las corbatas. Estoy segura que no se quita la corbata en todo el día. Lo veo con su corbatica de muñequitos de miky maus y a su mujer atendiéndolo como si fuera un rey. Debe ser uno de esos machistas que se cree está muy sabroso y debe estar pegándole los tarros a su mujer no con una sino con varias. No me imagino que porquería escriba el muy vaina, pero debe ser todo de sexo, porque de política se ve que no sabe nada. Viva la Revolución Bolivariana. Te guste o no te guste se queda. Y sin falta de ortografía para que vea que los bolivarianos no somos burros como usted da a entender.
ResponderEliminarEstimado Ricardo Montes, No se escribe desprenderce, se escribe desprenderse. «se» actúa como posesivo en el verbo «desprender». Es decir, de «se desprende» deriva «desprenderse». Otra cosa, se escribe Mickey Mouse. Es importante que los nombres no se traduzcan, pero en el caso de que lo haga, entonces sería Miqui Maus. En cualquier caso luce horrible. Si lo va a escribir en inglés, por favor, hágalo bien. Por último, en cuanto a la palabra «falta» es obvio que merita que la escriba con una «s» al final, evidentemente es plural. Como nota adicional. No siempre el revisador de Microsoft Word trabaja bien. No se fie siempre de esa herramienta. Mire, cualquiera comete un error, pero si usted es tan valiente de decir: «sin faltas de ortografía», asegúrese de no equivocarse. Eso constituye un suicidio en una discusión en la que nunca se menciona el tema de la ignorancia, aunque usted lo haya hecho patente.
EliminarSomaricon hijo de la puta perra que te pario. Si te cogiera ahora te aplastaba como se hace con un gusano asqueroso. Que hiciste que no puedo borrar lo que escribí para arreglarlo. Hay que tener mucho cuidado con los vainas estos. Sodesgraciado bórralo para escribirlo bien. Seguro que solo sirves para escribir mierda, porque eso es lo que escribes mucha MIERDA, pero nunca te has embarrado las manos de grasa de tu carro. Tu solo sirves para esa porquería que escribes. Hay pendejo, si te cogiera.
EliminarMira, no puedes borrarlo porque no entraste con una cuenta de Google, Facebook, etc. Escribiste con un nombre que incluso podría ser falso, es decir que no tiene una identidad real. Si Google te dejara borrar eso, sería lo mismo que permitírselo a cualquiera. Cuando quieras tener toda la autonomía de lo que escribes, debes hacerlo identificándote con alguna cuenta. No lo voy a borrar. Por cierto, estoy muy asustado por eso que dijiste de que me querías matar. Tengo tu IP. Si da la casualidad de que es la IP corresponde con la dirección de tu casa, y si para colmo coincide con tu nombre… Yo sabría mucho de ti. ¡Que inteligente eres! Yo nunca amenazaría a nadie. Yo no hago esas cosas tan feas.
EliminarOyee, Eso de la IP lo calmó por completo. La verdad es que esta gente son unos degenarados. Lo gracioso es que dentro de 10 años los vas a ver pidiendo la residencia en otro pais porque no van a aguantar vivir en Venezuela. Lo que estan creando es inaguantable tambien para ellos.
ResponderEliminar