lunes, 12 de mayo de 2014

El gen insertado del nacismo

(respondiéndole a Sol)

- No somos más que la costilla de un réptil imaginándonos que hemos evolucionado -.

Me parece que sería un desperdicio de tiempo intentar explicar en un artículo lo que fue el nacismo alemán. Sobran los autores que han tratado el tema y si les apetece la versión corta, ahí está Wikipedia. Más bien intentaré poner en entredicho el título de este articulo, remitido de forma indirecta por una amiga.

La idea de que el nacismo es una propiedad genética de los alemanes es tan generalizada que no deja de sorprenderme. Paradójicamente, si quieres insultar a un alemán normalito, de esos que andan de turistas por el mundo, prueba a decirle «nací». Eso si, no me culpes de las consecuencias, el riesgo lo asumes tú.

Si existe un pueblo que todavía tiene la marca de lo que ocurrió entre 1933 y 1947 es el alemán, aunque supongo que, como todos, en algún momento también lo olvidarán. - El riesgo de repetir los errores de la historia, siempre lo digo, es una realidad insorteable -. Estos y otros muchos argumentos los leí recientemente en el borrador del libro de un amigo que muy pronto publicará (en una especie de corolario de temas interesantes). Sin embargo, creo que es necesario que haga un repaso corto de las causas que permitieron el surgimiento del nacismo, que en realidad ya existía como corriente ideológica desde 1920.

Alemania, en 1919 era el perfecto derrotado de la Primera Guerra Mundial. Por aquella época, al no haber ocurrido aun una Segunda Guerra Mundial, se referían al acontecimiento como la Guerra Mundial, sin el prefijo de «Primera». Hitler, en su libro «Mi Lucha», constantemente habla del tema de aquella guerra, en la cual participó como soldado en el frente holandés. La bibliografía de este fenómeno humano no está muy  aclarada, pero sabemos un par de cosas que al día de hoy son verificables.

  • La infancia de Hitler, a pesar de sus esfuerzos en escribir todo lo contrario en su libro, fue traumática. Su padre y su madre eran primos, pero el primero llevaba a cuestas un aparente y entrometido recuerdo de su matrimonio anterior, lo que convertía a Adolfo en un miembro de importancia secundaria. (No existen constancias del maltrato físico que dicen que su padre le infringió).
  • Alemania tenía que pagar a los vencedores de la Guerra Mundial, gracias al Tratado de Versalles de 1919, un tributo económico que repercutía en su producción de una manera muy negativa. Este impuesto de Paz gravaba más la situación de Alemania y Austria, devastadas por la guerra (recordemos que Hitler era austriaco y no alemán).
  • Para empeorar la situación, en 1929, sobrevino la gran crisis, apodada como El Jueves Negro, en referencia el desplome de la bolsa neoyorkina del jueves, 24 de Octubre de 1929. El mundo sucumbía de hambre, pero Alemania se lo sentía más. Los muertos por inanición podían recogerse en las calles del Múnich de 1922, en la Hitler hacía su vida.
Para los intelectuales más ilustres, la aristocracia y los políticos  alemanes, la derrota representaba una humillación imperdonable, pero para los ciudadanos de a pie era dolorosamente perceptible, como un hueco en el estomago que no se podía tapar con la mano. No era de extrañar que todo aquello constituyera el caldo de cultivo para que surgieran las ideologías más enrarecidas del siglo XX. Recordemos que, unos años antes, en la región alemana de Renania del siglo anterior, ya había surgido otra de las ideologías más terribles que experimentarían los habitantes de este planeta, el Comunismo; una corriente de pensamientos que no ocultaba su intención de ser excluyente y de promover la lucha de clases.

En ese mundo se desenvolvían los europeos de principios del siglo XX. Era muy normal aborrecer a los judíos, «tan particulares y solidarios con los suyos». Increíblemente, muchos de los creadores de la ideología racial fueron científicos de probada ascendencia judía. Estos se valieron de los Darwinistas sociales alemanes del siglo XIX, que analizaron a los humanos como grupos raciales diferenciados, no solo morfológicamente sino evolutivamente. Era prevalente la intención de que unas razas se impusieran a otras, validando a su vez el principio de la pureza racial como una manera de preservar el «espacio y la cultura alemana». Al igual que las especies se adaptan, se desplazan y se imponen, los humanos, dígase la raza elegida por su fortaleza e inteligencia, los alemanes tenían la obligación biológica de someter a las inferiores.

Pero hagamos un paréntesis y regresemos al monstruo. El joven Hitler, pintor frustrado (maldigo hoy a aquellos profesores de arte que no le dieron una oportunidad), llegó a convivir con la indigencia y tuvo que sobrevivir en las gélidas calles vieneses de su juventud. Se convirtió en un sindicalista inadaptado, que masticó su odio contra los eslavos que emigraban y desplazaban laboralmente a los austriacos. Valga decir que los eslavos mayoritariamente también eran judíos. Cuando regresó de la guerra, dado de baja por una herida, pero con la Cruz de Hierro colgando del pecho, se encontró con un país derrotado en todos los términos. Recordemos también que el pensamiento de Hitler no era exclusivo de él, más bien era el eco de las calles de Múnich. La vida lo llevó, primero, a ser el espía policial del Partido Obrero Nacionalista Alemán. Más tarde, gracias a su personalidad convulsiva y dominante, llegó a ser el líder, no sin la ayuda de colaboradores que no imaginaron jamás hasta donde llegaría. Los colaboradores posteriores fueron no menos siniestros que él, pero el austriaco tenía una personalidad atractiva para la época, sobre todo por sus gesticulaciones violentas al hablar.

La mesa del desastre estaba servida. A continuación enumero los platos:

  1. Profunda crisis económica.
  2. Odio generalizado hacia los judíos.
  3. Desprecio popular a los ganadores de la Guerra Mundial.
  4. Un líder atractivo emocionalmente, con ansías de poder y con suficiente empuje para alcanzarlo.
¿Por que nace el nacismo?

Voy  a ser  muy coloquial con esto porque ya quiero ir terminando.

Cuando hay problemas que afectan a la gente y los gobiernos son incapaces de dar las soluciones apropiadas a dichos problemas, las ideas más retorcidas, baratas y complejas, tienen una oportunidad. Desgraciadamente, en 1932 los gobiernos fuertes, como la dictadura Comunista de la URSS, el Gobierno Imperial japonés y el Fascismo italiano, se convirtieron en respuestas dictatoriales y por ende antidemocráticas, pero capaces de restablecer el orden social. Es decir, las dictaduras no tenían tan mala fama, al menos en el sentido de devolverle a la sociedad una dirección continuada y segura.

Hoy los alemanes estudian la Segunda Guerra Mundial en el desayuno, y hasta no es muy lisito sentir orgullo nacional. ¿El resto del mundo se comporta igual? Miren a su alrededor. Lléguense a Barcelona, Bilbao, Caracas, la Habana, y sobre todo a Pion Yang. Incluso en cualquier ciudad estadounidense podría sentirse de alguna manera.



El nacismo puede surgir de las maneras más inimaginables. ¡Vamos! ¿que les podría decir?

En el Harlem neoyorkino yo llegué a experimentar una especie de nacismo afroamericano. Allí, nostálgicos de las Panteras Negras hablaban de un nuevo orden social en donde los blancos pagarían por los crímenes de sus antepasados. En Cuba el hombre nuevo, en Corea el hombre del futuro y ahora parece que en Venezuela surgierá el hombre del mañana.

Por supuesto, en estos tiempos la ideología racial pierde su sentido, pero siempre prevalecerán los elementos distintivos entre unos seres humanos y otros. Es pan comido. Se hace creer que un grupo está destinado a prevalecer sobre otro. - Basta con hacernos sentir diferentes, pertenecientes a algo, para que terminemos creyéndolo -. 

jueves, 8 de mayo de 2014

A Orlando, sobre Yadira Escobar

De alguna manera estoy molesto con Orlando Luis Pardo, pero supongo que él no sea consciente del porqué. Él, disidente escritor y fotógrafo cubano, muy apreciado por muchos exiliados cubanos y por mí, parece sentir una especie de fascinación repulsiva hacia Yadira Escobar. El término “repulsiva” no se refiere a mi repulsión, sino a la de él mismo hacia ella. (era oportuno aclararlo)

La vida me ha demostrado que el mayor desprecio que puede experimentar un adversario, sea cual sea, es ser ignorado; ignorarlo plena e intelectualmente.

¿Qué es ignorar plena e intelectualmente?

Es una respuesta demasiado precisa en su propio término para no entenderla a la primera, pero prefiero regocijarme en el intento, explicándola a continuación:

Es asesinar con el silencio, mirar directo a los ojos y sentir tristeza por el odio, es sonreír cuando dice una estupidez, para recordar la pobreza de un tal razonamiento. Es como decir: «yo sé que eres un@ imbécil, puedes engañar a todos, pero no a mí. Algo así.

Yadira Escobar tiene una causa y un objetivo. Ella está consciente de cuando miente. Orlando, no está confundida. Una vez oí al esbirro “intelectual” y sangrón Iroel Sanchez, aceptar con cinismo que «no se trataba de decir la “verdad”, si no “nuestra verdad”», describiéndola en la mímica literaria de «nos empujan hacia aquí y nosotros hacia allá». Lo saben Orlando, ellos saben cuando mienten y andan buscando una forma de hacer llegar su mensaje a cualquier precio.

¿Por qué te empeñas en hacerle un close-up? ¡Hay tantos Blogs con información histórica, verídica y comprobable en la red que no gozan de esos privilegios que tú le das a ella. Ya yo no te estoy pidiendo nada, créeme, si fuera así no te dijera lo siguiente porque yo tengo unos principios profundos e íntimos que nunca traiciono. Mi Blog nadie lo conoce (tengo una media de doce visitas por semana). Orlando, estás trabajando para tu enemigo.

Me permito aconsejarte porque soy unos años mayor que tú. A los pigmeos anodinos que se esmeran en parecer masais, desnúdalos; muestra sus interioridades. Eso no se logra en un perecedero post en Facebook, se hace un artículo de investigación, descubriendo las mentiras y demostrando que no es un asunto de opinión, si no de información objetiva. Si no deseas hacerlo, porque yo sé que eso lleva mucho más trabajo y tiempo, pienso que deberías hacer como que no existe.

(Confieso que la foto de Yadira fue escogida con la misma mala intención que ella escoge las de sus bestias)

Con respeto y admiración,


Robert.