domingo, 8 de julio de 2018

New York Times dijo: «Hey, vamos a matar a la primera enmienda; está ayudando demasiado a los conservadores».

Londres, Reino Unido. 6 de mayo de 2018.

Hace solo diez años atrás, era impensable que alguien, tanto de derecha como de izquierda, cuestionara la benignidad que representa para todos la libertad de expresión. Mucho menos hubiéramos creído que la Derecha Ideológica fuera la que tuviera que sacar el pecho para defender dicha libertad de expresión. Estas cosas eran impensables y los más jóvenes y los que no son tan jóvenes, saben que la afirmación anterior es absolutamente cierta. En Europa estamos viendo manifestaciones multitudinarias en defensa de la libertad de expresión y en respuesta también hemos visto como salen a su encuentro los elementos inimaginables para condenarla, como grupos islamistas, feministas, LGTBistas y los fascistas ANTIFAS. Es un fenómeno nuevo y muchos ya estamos pensando que la tierra está pariendo al Gran Hermano en nuestras propias narices y si ustedes no habían pensado en ello, lean la traducción al castellano del artículo publicado por BEN SHAPIRO el 2 de Julio de 2018. Después que lo lean piensen en lo que está pasando en Londres con Tommy Robinson, en Alemania con los redes sociales y en USA y Europa con los medios de información.


A continuación el artículo. 


 

New York Times dijo: «Hey, vamos a matar a la primera enmienda; está ayudando demasiado a los conservadores».


La izquierda estadounidense está profundamente descontenta con la Primera Enmienda.

Como ellos están perdiendo el debate público, ahora seguran que el verdadero problema es que las reglas del juego (la regla de que todos digan lo que piensan) están manipuladas. Por supuesto, si pudieran redefinir simplemente las reglas del juego, de repente verían el éxito, cultural y electoral. Con ese fin pretenden frenar la Primera Enmienda, para que finalmente poder tener una oportunidad de luchar y obtener una victoria.

Pues bien, The New York Times publicó el domingo, un informe en su primera plana de 2.000 palabras que explicaba cómo "los conservadores ensamblaron la Primera Enmienda". Podríamos preguntarnos porqué la institución de prensa más famosa de la historia de Estados Unidos, cuestiona ahora la sabiduría de la Primera Enmienda. Incluso, podríamos preguntarnos cómo los conservadores podrían haber ensamblado una libertad. Esto es como decir que los ciudadanos respetuosos de la ley, militarizaron el derecho a estar libres de registros y decomisos irracionales. Pero de acuerdo con Adam Liptak del Times, los conservadores han torcido la definición de la libertad de expresión, para alcanzar sus propios objetivos políticos.

Citando a la execrable Magistrada del Tribunal Supremo Elena Kagan, Liptak explica que los conservadores han estado "ensamblando la Primera Enmienda" a través de decisiones que reconocen los derechos de los miembros no sindicales, los estadounidenses religiosos y las personas que quieren gastar dinero en las elecciones. Liptak dice:

Los grupos conservadores, tomando prestado y basándose en los argumentos desarrollados por los liberales, han utilizado la Primera Enmienda para justificar el gasto de campaña ilimitado, la discriminación contra las parejas homosexuales y los ataques a la regulación del tabaco, los productos farmacéuticos y las armas de fuego.

O, alternativamente (eso no lo dice ella), los conservadores han estado bajo el ataque dentro del escenario de la Primera Enmienda durante décadas, y la izquierda finalmente se estuvo aferrando a aquel estándar de la Primera Enmienda. Solía ser que los intentos de minimizar la Primera Enmienda en gran parte surgían de la derecha; ahora esos intentos provienen de la izquierda, y el Tribunal Supremo reconoce ese hecho obvio.

Pero, de acuerdo con The New York Times, el problema, ya que la Primera Enmienda solo pretendía proteger a los grupos de interés izquierdistas. Como asegura Liptak:

Como resultado, los liberales que alguna vez defendieron los derechos abarcadores de la Primera Enmienda, ahora se sienten incómodos con ellos. "La izquierda una vez no solo estuvo a bordo, sino que lideró el apoyo a los amparos más amplios que suministraba la Primera Enmienda", dijo Floyd Abrams, prominente abogado de la Primera Enmienda y partidario de los amplios derechos de libertad de expresión. "Ahora la comunidad progresista es al menos escéptica y algunas veces se siente angustiada a la hora de proteger a la Primera Enmienda, cuando está se otorga en casos presentados por litigantes de la derecha".

Muchos en la izquierda han mostrado una intención direferente hacía la libertad de expresión, cuando experimentan los daños que esta les puede infligir.

Esto es futil, por supuesto. Tan pronto como subvertimos el compromiso con la libertad de expresión a favor de frenar los daños que acompañan a la libertad de expresión, la libertad de expresión ya no es un derecho. Esta visión de la Primera Enmienda es anti-constitucional; los fundadores creían que los derechos preexistían al gobierno, no que el gobierno creara derechos. Pero si cree que el gobierno creó y le otorga derechos, entonces cualquier cosa que el gobierno considere mala puede revocar esos derechos. Esa es la perspectiva de los demócratas en estos días: el discurso conservador es malo para el país y, por lo tanto, debe ser frenado, mientras que el discurso izquierdista debe promoverse. Véase, por ejemplo, el profesor Frederick Schauer:

Hubo una cierta ingenuidad en cómo los liberales solían acercarse a la libertad de expresión, dijo Frederick Schauer, un profesor de derecho en la Universidad de Virginia. "Debido a que muchos reclamos libertad de expresión de los años 1950 y 1960 involucraron demandas anti-obscenidad, o derechos civiles y protestas contra la Guerra de Vietnam, fue fácil para la izquierda simpatizar con los oradores o creer que el discurso libre en general era inofensivo". él dijo. "Pero la afirmación de que el discurso era inofensivo o causalmente inerte nunca fue cierto, incluso si se han tomado eventos recientes para convencer a la izquierda de eso. La pregunta, entonces, es por qué la izquierda alguna vez creyó lo contrario." Algunos liberales ahora dicen que la libertad de expresión protege desproporcionadamente a los poderosos y el status quo.

En otras palabras, nunca se debería haber permitido que la libertad de expresión deambule sin restricciones. En cambio, la izquierda debería haber usado el poder del gobierno para reforzar su mensaje. Cuando crees que los derechos neutrales, como el derecho a la libertad de expresión, son un problema porque algunas personas usan estos derechos de manera más efectiva, ya no crees en el derecho en sí. Véase, por ejemplo, el profesor Louis Michael Seidman y la profesora Catharine A. MacKinnon:

"Cuando yo era más joven, era mas afín a la visión liberal estándar de las libertades civiles", dijo Louis Michael Seidman, profesor de derecho en Georgetown. "Y poco a poco he cambiado de idea al respecto. Lo que he llegado a ver es, que pensar que la libertad de expresión es un medio eficaz para lograr una sociedad más justa, es un error". Catharine A. MacKinnon, profesora de derecho en la Universidad de Michigan, escribió en "The Free Speech Century (una colección de ensayos que se publicará este año): “Por el contrario, la libertad de expresión refuerza y ​​amplifica la injusticia. Una veces en defensa de los débiles, pero la Primera Enmienda en los últimos cien años se ha convertido principalmente en un arma de los poderosos", escribió. "Legalmente, lo que fue, hacia el comienzo del siglo 20, un escudo para radicales, artistas y activistas, socialistas y pacifistas, los excluidos y los desposeídos, se ha convertido en una espada para autoritarios, racistas y misóginos, nazis y miembros del Klan, pornógrafos y de las corporaciones que compran  elecciones ".

Es así de simple para la izquierda. La libertad de expresión es solo otro elemento de una república corrupta que debe derribarse ladrillo a ladrillo en favor de un mundo mejor. Cuando vea a Donald Trump como la iteración final de un sistema jerárquico construido para evitar que el mundo logre la utopía, ese sistema debe desmantelarse, comenzando con las libertades que permitieron a Donald Trump convertirse en presidente.


And it’s that dangerous. This, as the saying goes, is how you got Trump.

Fin del artículo de BEN SHAPIRO

Texto traducido de la primera Enmienda. 

Primera Enmienda: El Congreso no podrá hacer ninguna ley con respecto al establecimiento de la religión, ni prohibiendo la libre práctica de la misma; ni limitando la libertad de expresión, ni de prensa; ni el derecho a la asamblea pacífica de las personas, ni de solicitar al gobierno una compensación de agravios.

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